”¡Ay, yo no sé cómo motivarme!”, ”Es que no encuentro motivación”, son dos de las frases que más escucho al entablar una convers

ación relacionada a las actividades físicas, y que no interpreto como una excusa, pues en algún momento todos/as nos hemos sentido de esta forma.

Al igual que mucha gente, antes de volverme aficionada al fitness, llevaba una vida sedentaria y sin agendas que dedicaran minutos de mi tiempo a ejercitar mi cuerpo. No obstante, aprendí a planificar mis horas y priorizar mi salud. Especialmente entendí que hacer ejercicios no es una práctica para algunos/as pocos, y que si hay tiempo para hobbies, también los hay para entrenar.

La mayoría de las personas inician con motivación sus primeras semanas de actividades físicas, empero, una vez que no ven cambios, se frustran y optan por abandonarlas. Es por ello que comparto contigo varias recomendaciones para que la próxima vez que empieces a correr o asistir al gym, ¡no te quites!

Motivación 101:

1. Establece metas – ¿Quieres quemar grasa? ¿Subir de peso? ¿Aumentar masa muscular? ¿Vivir saludable? Analiza lo que quieres hacer y por qué. Cuando sepas la respuesta, ponte una meta y cúmplela.

2. Prioridades – Levántate más temprano y ve a entrenar. Invierte en comida sana. Sube las escaleras y deja el elevador.

3. Documenta tu progreso – Anota el antes y después de tus medidas, tómate fotos y compara los cambios, cuéntale a alguien cómo te sientes antes y después de iniciar un estilo de vida activo. ¡Es muy fácil!

4. Aprovecha las herramientas digitales – Sigue cuentas de fitness, embajadores o portavoces. Además, descargar aplicaciones que te ayuden a cambiar tus rutinas, lleven tu progreso y/o sirvan de biblioteca de ejercicios.

5. Conviértete en motivación: Una vez veas cambios, coméntalo y motiva a otros a unirse.