¿Por qué un fitness en pos de la diversidad corporal?

Tenía 18 años cuando me obsesioné por bajar de peso. Tras eso detoné una conducta alimentaria obsesiva, que posteriormente se transformó en anorexia y bulimia. Hoy, diez años después, mis vivencias en el fitness suman desde experiencias gratas y de orgullo por lo fuerte que me he convertido, hasta otras que no lo fueron tanto y que a su vez llegaron cargadas de violencia emocional, gordofobia y baja autoestima.
Y hasta ayer recuerdo que como entrenadora personal (que trabajaba como periodista mientras estudiaba para convertirse en una profesional de la Aptitud Física) mis acciones y conductas se enfocaban exclusivamente en reprender y rechazar el peso de los otros; justamente lo que había aprendido en la academia, pero sobre todo, de niña, cuando se me hizo creer que por ser mujer debía cumplir con un cuerpo específico.
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En aquel momento mi narrativa se concentró en odiar a los cuerpos gordos, en hacer todo lo posible para que mis clientes vieran que su peso era el problema de sus males cotidianos y que solo deshaciéndose de esto serían felices. ¡Qué ciega! ¡Qué violenta! ¡Qué ignorante!
Irónico que en ese mismo tiempo de mi vida creía que abogaba por los derechos humanos y la inclusión, cuando dentro de mí había una gordofobia que se alimentaba de la ignorancia.
Pero mi rol de periodista me auxilió en el camino y entre investigaciones, charlas con profesionales de la salud y salud mental, datos y estudios para mis historias periodísticas pude darme cuenta que la salud no podía ser salud sin salud mental y que mis acciones estaban, quizá, deteriorando no la salud emocional propia, también la de mis clientes.
Desde entonces me he comprometido en ser una mejor profesional de la Aptitud Física y transformar lo que fue una visión del fitness peso-centrista a uno a favor de la diversidad corporal, en la cual se prioriza la salud desde todas su variantes y que, sobre todo, cambia el diálogo de odio y rechazo, por uno de aceptación y respeto, pues AL FINAL nadie tiene que cumplir con un patrón de belleza para llevar un estilo de vida activo. Bueno, en realidad, ¿qué diablos es la belleza y por qué continuamos arruinando la integridad de otros? ¿Para satisfacción propia? Pero, ¿acaso eso no pasa a ser violencia emocional?
Ahora bien, respondiendo a la interrogante: ¿Por qué un fitness en pos de la diversidad corporal?
Primeramente, porque todos los cuerpos SON DIFERENTES y para sumarse a un estilo de vida activo NO se debe cumplir con patrón estético.
Porque la SALUD MENTAL también debe integrarse al fitness y recae en cada profesional de la Aptitud Física prestar atención a sus diálogos y conversaciones diarias, cuyo contenido puede repercutir en la salud mental de su cliente.
Porque la conversación debe centrarse en cuestionar la verdadera intención detrás de las ideas peso-centristas del fitness y no en excluir o invisibilizar a una persona.
Porque la diversidad corporal da paso a la aceptación corporal.
El fitness no tiene una cara, un cuerpo, una imagen. El FITNESS es un estado de bienestar, y cuando uno se siente bien consigo mismo, se acepta sin juzgarse, prioriza su salud y paz mental y puede dar paso a otros aspecto a favor la salud integral, para finalmente alcanzar ese estado de ”bienestar”.
Perla Alessandra
Periodista, autora, estratega de contenido para redes sociales y entrenadora personal. Vegana hace más de 7 años y fundadora de Vegan Fitness Puerto Rico y DIVERSAS Latam.